De historias a histerias (femeninas)

Algún día me iba a pasar. Tenía que estar lista....
Y así fue como desde hace dos lunes, ya no tengo la gratificación de poder ver los maratones de Sex & the City.
Simplemente levantaron el maratón, aunque siguen dando la serie de a un sólo capítulo.

Cuando descubrí que por primera vez (desde que no soy una niña), una serie de Tv me había atrapado... de repente pufff! El programa se redujo a nada.

La primera sensación de estar aferrada ante el control remoto, y ante un día y una hora, fue extraña... como dije antes, nunca me había pasado.

Sin embargo no pretendí renegar de aquel acontecimiento y por primera vez en mucho tiempo, me asumí como consumidora de algo que para muchos puede resultar una chatez.

¡Vamos chicas, seamos realistas!. Muchas de las escenas y las conversaciones de la serie, las repetimos y repetimos a diario.

No pretendamos hacerle creer al mundo que no pensamos estereotipadamente. Que no soñamos con príncipes, o con grandes historias de amor. No neguemos que cuando las cosas se nos dan fáciles desconfiamos de los hombres, y cuando se nos dan difíciles, nos quejamos.

Vamos! Asumamos que todas tenemos algo de “susanitas”, y si no es así, tenemos algo de “perras”... o en el último de los casos, pretendemos hacernos las maduras y buscamos relaciones que sabemos que en el fondo nos aburren, sólo porque pretendemos terminar a los 30 con una casa en el campo, un perro, chicos corriendo por el parque y un marido que ante todo nos ame.

Todas las mujeres somos diferente, sí. Pero también compartimos histerias tan propias del género que es fácil encasillarnos!!. Tan fácil como que 4 personajes, pueden de una forma u otra reflejar nuestra victorias, pero por sobre todo nuestras bajezas.

Tan predecibles que cabemos en un capítulo de 30 minutos, o en el mejor de los casos en las dos horas que dura la recién estrenada película.

DOS HORAS!!! Como extraño las dos horas del maratón...!

PD: una vez más buscando la forma de sobrepasar los lunes....No es así, Gina?