LA MUJER QUE FUE LUNES

Hay días en la semana que no deberían existir.

Por lo general el domingo es el día clave en el que, melancolía aparte, uno sólo se apresta a sobrevivir y según dicen, si lo hace, dura con vida al menos siete días más.

El sábado es puro frenesí, luces, noche, gente, y nadie se acuerda que al otro día será domingo.

¡El viernes!...¿que decir?....el viernes I´m in love!

Para no tener que continuar con el repaso, voy a ir directamente al grano. Todos los días de la semana deberían tener una razón de ser.

Sin embargo, nadie nunca supo la verdadera utilidad del LUNES.

Para alguien como yo que tiene como francos y días libres, los lunes y los martes, mantener una vida social medianamente “normal” es verdaderamente dificultoso, (por no decir imposible).

Hoy, ansiosa de hacer algo para no sentir una vez más que se me pasó la semana trabajando, me preparé como solía hacerlo para ir a ver que había en el CCEC, y de paso saludar por los diez años de vida que cumple el centro cultural.

Cuando llegué todo estaba cerrado.

Debe haber un error, pensé. Entonces abrí la puerta (que por suerte no estaba trabada con llave), y cuando entré vi los preparativos de una muestra. El patio estaba lleno de bolsas de material, de escaleras y obreros trabajando.

Seguí pensando que había un error.

Una chica se me acercó y me preguntó si necesitaba algo. Me avergoncé por haber entrado sin permiso y pensaba por dentro que sí necesitaba algo: ver alguna muestra en vida! Sin embargo no me animé a decírselo y cuando la miré para lanzar mi excusa, me dijo:

“hasta el jueves no tenemos nada”!

Esas simples palabras motivaron que PPP haya regresado desde el olvido del CUP, para tomar vida propia.

Insisto! Hay días que no deberían existir, porque sólo sirven para matar el tiempo, para preparar con escaleras y material, lo que será una verdadera fiesta, seguramente en otro día.

De todas formas mientras volvía a casa recordé que mi raspadita todavía tenía un premio consuelo: si llegaba antes de las 22 podía acurrucarme en la cama y helado mediante reír a carcajadas con la maratón de “Sex and the City” en Cosmos.

Y en ese momento lancé un... yupi!

PD: Por una vida sin hombres que fueron jueves y más mujeres que sean lunes! (para vos Chesterton!!!!! )